Diabetes Tipo 2 Efectos Secundarios - Metformina:
el medicamento preferido para la diabetes tipo 2
Diabetes Tipo 2 Complicaciones
María Marta vino a verme al consultorio
preocupada por mantener a raya sus niveles de azúcar en la sangre. Me comentó
que había visto sufrir mucho a su mamá a causa de la diabetes, una enfermedad,
según me dijo, “silenciosa y traicionera”. ¡Y cuánta razón tiene! Porque así
puede ser la diabetes tipo 2 — como la que tenía su madre, y que ahora también
ella.
La diabetes tipo 2 es una condición que se
caracteriza por tener elevado el nivel de glucosa (o azúcar) en la sangre
debido a que el organismo (el páncreas) no produce suficiente insulina o, se
tiene resistencia a la insulina que se produce (o sea que las células no
responden adecuadamente a ella).Muchas personas pueden no tener síntomas,
especialmente al principiola vista, el corazón, la circulación de la sangre y
el funcionamiento de los riñones, y hasta puede poner en riesgo la vida misma
de las personas.
Por eso, la diabetes es una de las
condiciones de salud más preocupantes en la actualidad, ya que se asocia con la
obesidad, el sedentarismo y, en general, con el ritmo de vida de la sociedad
moderna. ¡Imagínate que según la Organización Mundial de la Salud, hay más de
346 millones de personas con diabetes en el mundo actualmente y se pronostica
que las muertes causadas por esta enfermedad podrían duplicarse entre los años
2005 y 2030!
Lo bueno de esta situación es que para
evitarla sólo basta con llevar una dieta y un estilo de vida saludables, que
incluyan alimentos bajos en grasas, en azúcares e hidratos de carbono y hacer
ejercicio regularmente. Incluso, esta es la primera indicación que te dará el
médico si encuentra que tienes diabetes: te recomendará que modifiques algunos
hábitos que mejoren tu salud.
Sin embargo, la dieta y el ejercicio a veces
no son suficientes. Por eso, es probable que junto con esa recomendación el
médico te recete algún medicamento, como yo he hecho con Marta. Y entre todas
las drogas que se usan para controlar la diabetes, la preferida para iniciar el
tratamiento es la llamada Metformina.
La metformina se ha estado usando en Europa
desde hace muchos años y en Los Estados Unidos fue aprobada en 1995, ya que
antes habían prohibido un medicamento similar llamado fenformina, que podía
causar una condición que puede ser fatal, conocida como acidosis láctica.
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¿Cómo actúa la metformina? Bloqueando la
producción de glucosa (de azúcar) por el hígado, aumentando la sensibilidad de
las células de los músculos a la insulina y reduciendo la cantidad de azúcar
que capta el intestino. Aunque puede fallar la primera vez que se toma, es una
medicina bastante efectiva, con pocos efectos secundarios, que no son serios,
como molestias estomacales y pérdida de peso (que para muchos es un beneficio).
Sin embargo, la metformina no se recomienda durante el embarazo ni cuando se
tienen problemas del hígado, de los riñones o del corazón.
Para crear las nuevas recomendaciones sobre
los tratamientos orales (tomados) para la diabetes, los inspectores observaron
los datos de cada grupo de medicamentos por clase disponible (actualmente son
once clases, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Los Estados
Unidos conocida como FDA), para evaluar qué tan eficaz era en la reducción de
la glucemia (azúcar en la sangre), el colesterol y el peso.
Así encontraron que la metformina (que en Los
Estados Unidos se vende bajo la marca comercial Glucophage o, en combinación
con otras medicinas, Glucovance y Avandamet ) era el más eficaz en el control
de la glucemia a largo plazo. Además, pareció ser el fármaco más efectivo para
reducir los niveles de colesterol malo y el más eficaz en la prevención de la
mortalidad por todas las causas, incluyendo la enfermedad cardiaca.
En conclusión: lo ideal sería cambiar el
estilo de vida para evitar que se desarrolle la diabetes tipo 2 y si ya la
tienes, no te desanimes. Por el contrario, estés o no en tratamiento con
metformina o alguna otra medicina, no dejes de incorporar alimentos saludables
y una rutina de ejercicios semanal que te ayuden a combatir la diabetes, que
puede ser silenciosa y traicionera.
María Marta vino a verme al consultorio preocupada
por mantener a raya sus niveles de azúcar en la sangre. Me comentó que había
visto sufrir mucho a su mamá a causa de la diabetes, una enfermedad, según me
dijo, “silenciosa y traicionera”. ¡Y cuánta razón tiene! Porque así puede ser
la diabetes tipo 2 — como la que tenía su madre, y que ahora también ella.
La diabetes tipo 2 es una condición que se
caracteriza por tener elevado el nivel de glucosa (o azúcar) en la sangre
debido a que el organismo (el páncreas) no produce suficiente insulina o, se
tiene resistencia a la insulina que se produce (o sea que las células no
responden adecuadamente a ella). Muchas personas
pueden no tener síntomas, especialmente al principio. Sin embargo, si no se
mantiene bajo control, va dañando lentamente otros órganos del cuerpo, como: la
vista, el corazón, la circulación de la sangre y el funcionamiento de los
riñones, y hasta puede poner en riesgo la vida misma de las personas.
Por eso, la diabetes es una de las
condiciones de salud más preocupantes en la actualidad, ya que se asocia con la
obesidad, el sedentarismo y, en general, con el ritmo de vida de la sociedad
moderna. ¡Imagínate que según la Organización Mundial de la Salud, hay más de
346 millones de personas con diabetes en el mundo actualmente y se pronostica
que las muertes causadas por esta enfermedad podrían duplicarse entre los años
2005 y 2030!
Lo bueno de esta situación es que para
evitarla sólo basta con llevar una dieta y un estilo de vida saludables, que
incluyan alimentos bajos en grasas, en azúcares e hidratos de carbono y hacer
ejercicio regularmente. Incluso, esta es la primera indicación que te dará el
médico si encuentra que tienes diabetes: te recomendará que modifiques algunos
hábitos que mejoren tu salud.
Sin embargo, la dieta y el ejercicio a veces
no son suficientes. Por eso, es probable que junto con esa recomendación el
médico te recete algún medicamento, como yo he hecho con Marta. Y entre todas
las drogas que se usan para controlar la diabetes, la preferida para iniciar el
tratamiento es la llamada Metformina.
Así lo sugieren las nuevas recomendaciones
del Colegio Americano de Médicos (American
College of Physicians, ACP), que fueron publicadas en la edición
del 7 de febrero de la revista Annals
of Internal Medicine. En ellas se agrega que si la Metformina por
sí sola no es suficiente para controlar los niveles de glucemia (de azúcar en
la sangre), es conveniente combinarla con otro fármaco (otra medicina).
La metformina se ha estado usando en Europa
desde hace muchos años y en Los Estados Unidos fue aprobada en 1995, ya que
antes habían prohibido un medicamento similar llamado fenformina, que podía
causar una condición que puede ser fatal, conocida como acidosis láctica.
¿Cómo actúa la metformina? Bloqueando la
producción de glucosa (de azúcar) por el hígado, aumentando la sensibilidad de
las células de los músculos a la insulina y reduciendo la cantidad de azúcar
que capta el intestino. Aunque puede fallar la primera vez que se toma, es una
medicina bastante efectiva, con pocos efectos secundarios, que no son serios,
como molestias estomacales y pérdida de peso (que para muchos es un beneficio).
Sin embargo, la metformina no se recomienda durante el embarazo ni cuando se
tienen problemas del hígado, de los riñones o del corazón.
Para crear las nuevas recomendaciones sobre
los tratamientos orales (tomados) para la diabetes, los inspectores observaron
los datos de cada grupo de medicamentos por clase disponible (actualmente son
once clases, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Los Estados
Unidos conocida como FDA), para evaluar qué tan eficaz era en la reducción de
la glucemia (azúcar en la sangre), el colesterol y el peso.
Así encontraron que la metformina (que en Los
Estados Unidos se vende bajo la marca comercial Glucophage o, en combinación
con otras medicinas, Glucovance y Avandamet ) era el más eficaz en el control
de la glucemia a largo plazo. Además, pareció ser el fármaco más efectivo para
reducir los niveles de colesterol malo y el más eficaz en la prevención de la
mortalidad por todas las causas, incluyendo la enfermedad cardiaca.
Si bien los profesionales de la ACP
recomiendan que los pacientes modifiquen su estilo de vida antes de comenzar a
tomar metformina, esta indicación ha generado un debate entre los especialistas
ya que, algunos prefieren comenzar cuanto antes con un tratamiento con
medicamentos (es que todos sabemos lo difícil que puede resultar cambiar los
hábitos).
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