Diabetes y Alcohol. “No quiero que te lleve
la policía, amá…” Atienden a joven que vivía encadenado
“No
quiero que te lleve la policía, amá, yo te quiero mucho, ahora si ya me voy a
portar bien”, prometió a su madre Elvia, su hijo Jesús Emmanuel, de 26 años de
edad, quien por enésima vez escapó de su casa, en la colonia Bellavista,
arrastrando las cadenas que amarraban los tobillos de sus pies.
Diabetes y Alcohol
Deambulaba
sin rumbo, caminaba despacito, sus pasos eran cortitos de 5 o 10 centímetros
cuando mucho porque sus pies estaban encadenados y “amachados” con dos
candados, un taxista fue quien lo vio y lo llevó a la estación de Bomberos Sur,
que está cerca de donde lo encontró
El
joven no presenta huellas de maltrato físico, es alto y fuerte, de 1.90 metros
de estatura y unos 90 kilogramos de peso, aproximadamente, pero además es un
paciente psiquiátrico, desde recién nacido sufre de una discapacidad
neurológica.
Sus
padres lo “amarraban” para evitar que se saliera de su casa, era su manera de
protegerlo, su madre Elvia Santana, quien trabaja como doméstica, dijo que su
hijo aprovechaba cualquier descuido para irse.
Según
la madre no estuvo encadenado siempre, sólo cuando se ponía “terco” que se
quería salir y en cualquier descuido se escapaba por un “boquete” del tamaño de
un balón de basquetbol, nadie sabe cómo le hacía.
Se
iba a lavar carros o a robar y se emborrachaba con chavos de la cuadra quienes
lo llegaban a golpear, a quitarle el dinero que traía, o se perdía.
Como
la mujer y su esposo tenían miedo que le hicieran daño y para que no le pasara
nada malo optaron por encadenarlo. Peor aún es que toma medicamento controlado
y la mezcla con alcohol o cerveza lo descontrola, dijo.
Elvia
tiene 50 años de edad y dos hijos,—hombre y mujer—, su situación es desesperada
porque su esposo, Francisco Guadalupe, también de su misma edad, tiene
debilidad visual, además padece libre de diabetes igual que Jesús.
La
coordinadora de la Unidad Especializada de Atención a Víctimas de Violencia
Familiar (UNEPAVVIF), Patricia Moreno Domínguez, quien recibió al muchacho y
logró localizar a sus padres, reveló que este es un caso demasiado dramático.
“Son
personas muy humildes”, añadió, “el señor es pensionado y la señora carga con
toda la responsabilidad de la familia, sus enfermedades y además trabaja para
mantenerlos”.
Es
una mujer, comentó, que se nota que sufre mucho porque a su hijo además le dan
ataques epilépticos, ya lo ha tenido internado en centros psiquiátricos pero
solamente lo tienen ahí 20 días y lo dan de alta, como no tienen opción para
atenderlo esa es su manera para proteger a su hijo.
Jesús
es como un niñote, dijo que le gusta mucho el yogurt. “Ya no quiero que me
encadenen Amá, pero tampoco quiero que te lleve la policía presa”, y juntos
lloraron ante el miedo de que los fueran a separar, narró Patricia Moreno.
Bomberos
liberaron al joven, rompieron sus cadenas y botaron los candados, fue
canalizado a la Procuraduría de las Niñas, Los Niños y la Familia.
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