Diabetes y alcohol. Hay
que luchar contra las dolencias crónicas, también en países pobres
El
coste para la salud y la economía mundial si no se previenen y tratan las
enfermedades no transmisibles se estima descomunal
Las enfermedades
no infecciosas, crónicas o también conocidas como non communicable
disease (NCD)
actualmente causan más muertes que todas las otras causas combinadas.Si atendemos a las causas, las cuatro NCD más importantes son las
relacionadas con problemas cardiovasculares, diabetes y alcohol, enfermedad respiratoria crónica y cáncer. Y son las responsables del 82% de todas las muertes por dolencias no transmisibles.
La magnitud del problema que suponen las enfermedades no infecciosas, fue lo que obligó a convocar, en el 2011, la segunda asamblea general de Naciones Unidas dedicada a salud.
Los niños, los mayores y los adultos son todos vulnerables a los factores de riesgo que favorecen las enfermedades no transmisibles. Estos factores como la globalización de los estilos de vida, las dietas insanas, la urbanización no planificada y el envejecimiento mundial ayudan a aumentar la hipertensión arterial (primer factor de riesgo cardiovascular), los niveles de lípidos (colesterol), el sobrepeso, la obesidad y la diabetes mellitus.
Además, la población de los países pobres es más vulnerable a estos factores de riesgo. Como ejemplo basta mencionar el rápido incremento de la obesidad en la población infantil, desproporcionado respecto a los países ricos. Hay que sumar a esta realidad que estos países tienen sistemas de salud muy precarios o inexistentes para implementar las medidas preventivas y de tratamiento.
Esos factores están identificados y solo falta la voluntad política. Invirtiendo entre uno y tres dólares por persona al año, los países pueden implementar medidas preventivas y conseguir una disminución dramática de las enfermedades y muertes por las enfermedades no infecciosas.
Ejemplos de países
o regiones que han iniciado tales medidas están teniendo resultados muy
positivos. Solo con penalizar o prohibir todo lo que facilite el consumo de
tabaco, prevenir los ataques de corazón y los accidentes vasculares cerebrales,
estimular la lactancia materna, promover programas nacionales de dietas sanas
(disminuir la ingesta de sal y favorecer un mayor consumo de grasas poli insaturadas),
estimular el ejercicio físico, implementar la detección y tratamiento precoz de
la hipertensión arterial y programas de prevención del cáncer de cérvix, entre
otros.
De forma más
desglosada, los nueve objetivos voluntarios globales propuestos son:
- Reducir el 25% de muertes prematuras
secundarias a las NCD.
- Conseguir una reducción relativa del 10% del
uso no saludable de alcohol en el contexto de cada nación.
- Disminuir en un 10% el sedentarismo.
- Rebajar en un 30% la ingesta media de sal
(aconsejable: 5-6 gramos al día)
- Lograr una reducción relativa del 30% de
fumadores con edades mayores de 15 años.
- Rebajar en un 25% la prevalencia de
hipertensión arterial o contener su incremento según las circunstancias de
cada país.
- Evitar el aumento de la diabetes y alcohol y la
obesidad.
- Potenciar que un mínimo del 50 % de las
personas puedan tener acceso a fármacos y control (incluyendo control de
la glicemia), para la prevención de las enfermedades cardiovasculares (
infarto y accidente cerebral vascular).
- Conseguir que un 80 % de la población tenga
acceso a la atención medica básica y medicinas esenciales, incluyendo
genéricos, que se precisan para las enfermedades NCD en el ámbito público
y/o privado.
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